Foto: Diario El Salvador
En un gesto significativo destinado a fortalecer las comunidades pesqueras, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ha brindado un impulso crucial a más de 170 familias en la bahía de Jiquilisco, Usulután. A través de su Programa Rural Adelante, el MAG ha entregado 38 motores y otras herramientas esenciales a los pescadores locales, marcando un hito en el respaldo a la cadena acuícola en la región.
Este apoyo integral forma parte del compromiso del Programa Rural Adelante, que se extiende a más de 1,000 familias de la cadena acuícola en Usulután. Además de la provisión de equipo, el programa también ofrece asistencia técnica vital para optimizar las operaciones productivas de estas comunidades.
Durante la entrega de este equipamiento crucial, el ministro Óscar Guardado subrayó la importancia de la asistencia técnica y herramientas de calidad para impulsar una producción exitosa. “Venimos a trabajar de cerca con ustedes para conocer sus necesidades y brindarles soluciones integrales y efectivas”, expresó el ministro, destacando el compromiso del MAG con el desarrollo sostenible de las comunidades pesqueras.
Según datos del MAG, de las 170 familias beneficiadas, 53 son encabezadas por mujeres, algunas de las cuales son líderes destacadas en las cooperativas locales. Cecilia Lozano, representante de la cooperativa El Mongollano, compartió su gratitud por el apoyo recibido. Dedicada a la pesca en la bahía de Jiquilisco, destacó la importancia de la asistencia técnica y el nuevo equipo para mejorar las faenas diarias de la cooperativa.
“Antes salíamos a pescar con remos, y hoy vamos a salir con motores, nuevas redes y piraguas. Esto nos ayuda mucho en nuestro sector, que también está siendo capacitado para hacer un uso adecuado de las herramientas”, afirmó Cecilia, resaltando el impacto positivo en el desarrollo y sostenibilidad de su comunidad pesquera.
A través del Programa Rural Adelante y los Sistemas Agroalimentarios Sostenibles, la iniciativa busca empoderar a las familias y cooperativas para generar alimentos y empleo en sus comunidades. Este es un paso significativo hacia la autonomía y el fortalecimiento de las comunidades pesqueras, sentando las bases para un futuro más próspero y sostenible en la bahía de Jiquilisco.
