La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) ha dado a conocer el Programa de Acceso Universal a la Energía en El Salvador, ante los gobernadores de los 14 departamentos del país. Esta iniciativa, respaldada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, tiene como meta alcanzar el 100% de cobertura eléctrica para el año 2030.
La CEL busca el respaldo de los gobernadores para colaborar estrechamente en las áreas identificadas para intervención. Gracias al uso de imágenes satelitales y un moderno sistema de información geográfica, se identificaron las zonas sin servicio eléctrico, y la fase de verificación y validación de viviendas ya ha concluido.
Durante la primera fase del Programa, llevada a cabo a mediados de este año, la CEL se reunió con los residentes de las comunidades beneficiarias para recopilar información, resolver dudas e inquietudes, en un esfuerzo por incorporar la perspectiva local en la implementación.
Para lograr el acceso universal a la energía en El Salvador, con un enfoque especial en áreas rurales, hogares y centros escolares, la CEL utilizará tres tecnologías principales: extensiones de las redes de distribución existentes; instalación de mini-redes basadas en sistemas fotovoltaicos; sistemas fotovoltaicos individuales aislados para cada vivienda.
Con el apoyo de la Distribuidora Cuscatlan (DEC) y el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la CEL asume el desafío de universalizar de manera sostenible y eficiente el servicio de energía eléctrica. La inversión total para este proyecto asciende a US$93 millones de dólares, y se espera que el periodo de ejecución sea de 5 años.
El Programa de Acceso Universal a la Energía promete llevar desarrollo económico y social a todos los rincones del país, mejorando significativamente la calidad de vida de los salvadoreños. Se espera que esta iniciativa reduzca la necesidad de gastos en baterías, lámparas y velas, liberando a la población de la obligación de viajar largas distancias para recargar sus dispositivos móviles y computadoras. Este paso crucial hacia la electrificación total se vislumbra como un catalizador para un futuro más brillante y sostenible en El Salvador.