Como parte de su programa de mantenimiento preventivo, ETESAL intervino la subestación San Miguel, un pilar esencial del suministro eléctrico en la zona oriental del país. Esta infraestructura, que recibe energía de las plantas hidroeléctrica y geotérmica más importantes del país, alimenta a más de 202,653 usuarios y conecta con subestaciones en Usulután y La Unión, fortaleciendo la estabilidad de la red eléctrica en la región.
Simultáneamente, se llevó a cabo el mantenimiento de la línea de transmisión de 230 kV entre Ahuachapán y Energía del Pacífico, ubicada en el Puerto de Acajutla. Esta línea, parte del SIEPAC, es esencial para que El Salvador continúe siendo un actor competitivo en el mercado energético regional, permitiendo la exportación e importación de energía con los países vecinos.
Estas intervenciones contaron con la participación de más de 80 técnicos especializados, quienes garantizaron el correcto funcionamiento de los equipos y coordinaron con los distribuidores locales para asegurar un servicio eléctrico confiable y eficiente.