La ciudad de San Miguel se vistió de luto esta semana para despedir a una de sus más queridas hijas: doña Lilian Hasbún de Batarse, reconocida por su compromiso con los más necesitados, su ejemplo como madre y su inquebrantable fe cristiana.
Fundadora de la Cofradía de Damas Guadalupanas Plancartinas, dedicó su vida al servicio social a través de más de 20 iniciativas, entre ellas clínicas médicas gratuitas, comedores comunitarios, programas educativos y talleres de formación en valores dirigidos a niños y jóvenes.
Su legado trascendió lo local: fue declarada Ciudadana Distinguida de El Salvador por la Asamblea Legislativa en 2017, Mujer Distinguida de San Miguel en 2014, y recibió del papa Francisco el título de Dama de la Orden de San Silvestre, uno de los más altos honores otorgados a laicos por su servicio a la Iglesia Católica.
“Más que vivir, debemos servir a los demás… El amor impulsa a ir más allá”, expresó en su discurso de agradecimiento al recibir el reconocimiento legislativo, reflejando la filosofía que guió su vida.
Esposa del empresario Víctor Batarse, figura destacada de la Cámara de Comercio filial San Miguel, y madre de cinco hijos, doña Lilian también fue colaboradora incansable del Colegio Guadalupano y fundadora del capítulo salvadoreño de la Unión de Mujeres Americanas.
El diputado migueleño Reynaldo Carballo lamentó su fallecimiento con un emotivo mensaje:
“Hoy me uno al dolor por la partida de la señora Lilian Hasbún de Batarse, una mujer que dejó huella en El Salvador con su entrega, su fe y su amor al prójimo. Gracias por tanto. Descanse en paz.”
Doña Lilian deja un ejemplo imborrable de servicio, amor y entrega que seguirá inspirando a futuras generaciones.