A sus 73 años, Juan Santos Revelo Zelaya emprendió una hazaña única: recorrer caminando un total de aproximadamente 353 kilómetros a lo largo del territorio nacional. Este desafío personal, sin mayores pretensiones que las de superarse a sí mismo, captó la atención por su valentía y determinación.
Junto a su hijo Geovanny Revelo, quien le acompañó en la planificación del recorrido, Juan estudió las mejores rutas, los puntos de descanso y el tiempo estimado para completar el trayecto. Su aventura comenzó el 29 de enero a las 3:30 de la madrugada, desde la frontera Las Chinamas, en Ahuachapán, con destino final en la frontera El Amatillo, en La Unión, pasando por una breve parada en el kilómetro 0 en el Centro Histórico de San Salvador.
Durante los primeros 20 kilómetros, Juan caminó acompañado por su hijo, pero a partir de ahí, continuó el viaje en solitario, con la excepción de algunos momentos en los que Geovanny lo alcanzaba para asegurarse de que su padre estuviera en buen estado de salud. Aunque la caminata estaba prevista para concluir el 1.º de febrero, la travesía se extendió un día más, y Juan llegó a su destino el domingo 2 de febrero, exactamente a la medianoche, siendo recibido con aplausos por los trabajadores aduanales en la frontera El Amatillo, en La Unión.