El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) reiteró este lunes que la canícula podría desarrollarse entre la segunda y tercera semana de julio, siendo el 20 de julio una fecha tentativa para el inicio de este fenómeno climático caracterizado por una disminución temporal en las lluvias.
Durante una entrevista en Diálogo 21, el ministro Fernando López explicó que la canícula no debe confundirse con una sequía, ya que se trata de un periodo breve en el que las precipitaciones disminuyen, especialmente en comparación con el mes de junio. Su impacto varía según la región del país.
Según López, la zona oriental será una de las más afectadas, ya que además de recibir menos lluvia, experimentará un aumento en las temperaturas, lo que podría agravar sus efectos.
El fenómeno se extendería durante el resto de julio e incluso podría alcanzar los primeros días de agosto. Posteriormente, se espera una normalización de las lluvias hacia septiembre, uno de los meses más lluviosos del año.
Además del incremento en las temperaturas, la canícula tiene efectos negativos en los cultivos, en particular sobre el maíz. En años anteriores, este fenómeno ha generado preocupación entre los agricultores.
El titular del MARN recordó que en 2023, la canícula inició entre el 6 y 7 de julio, pero no causó mayores daños a los cultivos gracias a las lluvias registradas el 15 de julio, que ayudaron a mantener las condiciones necesarias para el desarrollo de las milpas, que en ese momento aún eran pequeñas.